Con el paso del tiempo y el cambio de modo de vida, la actividad de Sarasola Zahar al igual que otros caseríos, evolucionó transformándose en lugares de hospedaje y esparcimiento, en casas rurales, pero sin olvidar las raíces y el origen de las mismas.
Es por ello que Sarasola Zahar ofrece a sus clientes la posibilidad de tener contacto con los animales de la casa y desarrollar la actividad típica de los caseríos como puede ser darles el alimento diario, adecentar sus estancias o simplemente disfrutar de su agradable compañía. Los huéspedes de Sarasola Zahar encontrarán en la casa y en el entorno gallinas, caballo, perros y gato. Caballos, vacas, cabras y ovejas también a los lados del camino de acceso.